Translate

lunes, 5 de agosto de 2013

Si tú me dices ven, lo dejo todo.... pero dime ven

"Dedicada a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos iguales."

Podría comenzar esta entrada con el mismo párrafo con el que introduje otra gran novela conocida y que había, como ésta, batido récords de ventas: El Alquimista. De nuevo me sucedió... demasiada recomendación, demasiada expectación... que tras terminar su lectura, culminó en decepción :(

Esta vez la recomendación, más que de la novela, me venía del mismo autor. Albert Espinosa es ya un archiconocido y famosísimo escritor, elogiado tanto por sus series, películas y libros cargados de dramatismo, como por los grandes mensajes de auténtica reflexión con los que suele colmar todas y cada una de sus obras. Habiendo escuchado tanto sobre él, no pude resistirme a darle una oportunidad con alguno de sus libros. Y "Si tú me dices ven, lo dejo todo... pero dime ven" fue el elegido. 

Como impresión inicial, he de decir que el título me ganó desde el primer momento. Me pareció, cuanto menos, original y atrayente. Esto me sucede con casi todos los títulos de este autor, que denotan una gran originalidad por su parte, a la hora de escoger encabezado. El argumento, también fue algo que llamó mi atención. Pensaba encontrarme con un thriller policíaco o novela detectivesca de intriga, sazonada con pequeños tintes reflexivos. 

Dani es un investigador privado que se dedica a buscar niños desaparecidos. El mismo día que pierde el amor de su vida, acepta un caso para encontrar a uno de ellos que le llevará de nuevo a la isla de Capri, donde ya estuvo una vez y donde tendrá que reencontrarse con su pasado, para descubrir lo que realmente importa. De pequeño estaba muy perdido, desorientado, huyendo de sí mismo, hasta que a los 10 y 13 años se cruzan en su camino dos personas especiales, el Sr. Martín y George. En ambos había una fuerza que le equilibraba, un algo que le completaba.

El libro prometía mucho, no sólo por la expectativa causada siendo quien era su autor, sino también por un argumento más o menos poderoso. Quizás eso también me defraudó. Que en principio la idea era buena, pero no supo culminarla. Espinosa crea un argumento muy atrayente, al que podría haber sacado un gran partido. Pero bajo mi punto de vista, no deja de ser otro libro de autoayuda, disfrazado de novela. No es mal libro, porque es muy cómodo, rápido y sencillo de leer (entre otras cosas porque tiene muy poquitas páginas). Pero podía haber sido mejor, mucho mucho mejor. Está escrito de forma demasiado simple y los personajes se desarrollan muy poco. Apenas llegamos a conocer a alguno, salvo claro está a nuestro protagonista. Como digo la historia podía haber dado mucho más de sí. Tiene un mensaje principal, que queda más que cristalino donde se nos enseña la importancia de las diferentes personas que van apareciendo en tu vida y marcando sustancialmente la misma. Tal vez el extremado uso de frases contundentes, ideas metafóricas, reflexiones y paradas en la historia para abordarlas en momentos sucesivos, sumado a un nivel bastante alto de sentimentalismo a mi se me hizo en varios puntos de la historia algo excesivo...

La búsqueda del niño no es otra cosa que una excusa, para contarnos quién es él en realidad. Una razón para bucear en su pasado y desvelarnos en primera persona, cómo y por qué se ha forjado el Dani del presente. Su infancia, su huída, sus conflictos internos...un pretexto para buscarse a sí mismo, a la vez que reflexiona junto con el lector sobre toda su existencia. En el fondo es una historia de búsqueda personal, de encontrarse a uno mismo, de superar nuestras limitaciones.

Es un libro sencillo y cómodo, que plagado de diálogos y frases de autoayuda, se lee tan rápido y fácil como se olvida.

De nuevo me quedo, con lo mejor del libro para mí, un conjunto de reflexiones que en mi época de adolescente bien podrían haber ido escritas en mi carpeta del instituto:

"Siempre he creído que en la vida hay personas que te alimentan, que te quieren y que necesitas de tal manera que cuando los pierdes nadie puede llenar ese vacío."

"La intensidad no la marca el tiempo, sino la emoción que reside dentro de uno."

"Lo mejor de recordar es que puedes regresar cuando lo deseas, nadie te puede robar o impedir eso."

"No puedo vivir sin tí.. .- Sí que puedes... .- Sí, pero no quiero."

"La vida me ha recordado en numerosas ocasiones que siempre  hay un peldaño inferior al inferior y también uno superior al superior."





PUNTUACIÓN: